texto para UR
El Club de Arquitectura es una sociedad de debate que propicia discusiones sobre la arquitectura y el urbanismo emergente.
El Club invita a reflexionar sobre la urbanidad a partir de la visión de ciudadanos que actúan autónomamente en la esfera pública y por lo tanto inician sus propias investigaciones, comparten informaciones, toman decisiones y buscan interlocutores para producir conversaciones especificas.
Un glosario es la suma de palabras y definiciones de un campo temático restringido. En este caso el recorte tiene que ver con los intereses que nos presenta la palabra “urbanidad”, para la que no existe una jerga por su aparente falta de especificidad. Esto nos lleva a la primera palabra, que mencionaremos permanentemente y a la que nos vamos a acercar siempre por sus afluentes.
Cuestión inicial entonces, por qué “urbanidad”.
La palabra urbanidad (refiriéndose, aun, confusamente a algún tipo de interacción de personas en un medio público) puede abrir una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato (entre qué? entre quiénes?) mucho más débil y difuso que el que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes. En esta debilidad podemos encontrar un estrategia de apertura del campo para espectadores y acciones o actuaciones. Urbanidad es lo que podría tener un extranjero para con un local, o un ciudadano para con un extraño, o dos ciudadanos que no se saben como tales uno al otro.La palabra política presenta además otros problemas actualmente; al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales) sólo entre actores que puedan ocupar grandes territorios del espacio de toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja fuera a una parte importante de las interacciones que ocurren en lo urbano. Un hecho visible es que la política puede ser vista cada vez más como una profesión específica, y por tanto sólo una parte autodelimitada de la ciudad.Los antiguos manuales de urbanidad, con su acento puesto en los modales comunes a mujeres y hombres, en momentos en que estas no eran ciudadanas, dan una pista para un tipo de protocolo o espacio “inferior” para la interacción pública; por tanto mas extensible y igualador. Todo esto sin dejar de tener en cuenta el carácter de dispositivo de control de los mismos. Pero quizá allí mismo (apostando a su condición de articulador social) reside una clave de su futuro uso no previsto.En la medida en que el espacio público se informatiza, se dispersa, se propaga, podemos hablar de un espacio público extendido. Para explorar un espacio tal, difuso y con limites cambiantes precisamos instrumentos flexibles o usos desarticulados de viejas herramientas. Aquí puede aparecer la vieja palabra urbanidad…Podríamos jugar a llamar urbanidad a estas acciones-situaciones en la medida en que circunscriben espacios o acuerdos entre actores que se reconocen entre si pero no necesariamente determinan entre si alguna soberanía o derecho. Son interacciones entre actores que se reconocen provisoria o débilmente, por lo menos en principio. Urbanidad define un campo de juego abierto, débil y provisorio.
La inquietud del Glosario pasa por detectar cuáles son las palabras en las que deberíamos detenernos, las palabras trilladas, las que no se dicen, palabras nuevas, o banales... Frente a la discusión centrada en la buena “construcción” del término urbanidad, nos encontramos frente a ciertas palabras que necesitaban una “nueva” definición; más acorde sería decir que necesitamos una “nueva” interpretación contextualizada (por no decir, parcial y subjetivada) de estos términos. De este modo el Club delinea esta estrategia editorial tan simple:1) reunimos a ciertos personajes, de evidente trascendencia en el campo de lo público, y con un evidente interés por la ciudad. De las cuales, en todos los casos, conocíamos sus ideas-discursos sobre el campo de lo público y privado, a través de sus actividades relacionadas con la actualidad urbana -como buenos arquitectos que somos, tenemos una fuerte debilidad en extraer siempre la información necesitada de reflexiones profesionales y amateurs provenientes de “connoisseurs” siempre ajenos a la disciplina Arquitectónica.2) en una reunión abierta a todo público, cada uno de estos invitados interpreta una “nueva” definición de tres palabras otorgadas por nosotros -recibiendo un término en común con el invitado anterior, que obviamente quedaba afectado por dos interpretaciones consecutivas.
El Glosario se inaugura en octubre del 2005, y una primera etapa dura hasta el 2006. Las palabras que se usaron en esos encuentros reflejan claramente una percepción del estado anímico de la ciudad pos crisis del 2001. El tono de las palabras está dado por el trasfondo de un estado de ánimo, y en las definiciones se ensayaron interpretaciones de cómo se había vivido la situación de crisis en la ciudad, reacciones, e ideas de cómo plantarse frente a ese panorama concreto. Al verlo con cierta distancia se percibe una visión oscura y un poco pesimista en palabras como miedo, catástrofe, paternalismo, aburrimiento... Negatividad que el propio Club notaba, a pesar suyo, en el momento de decidirlas. Pero es igualmente significativa la tendencia hacia la acción que se nota en las definiciones de esas y el resto de las palabras, evitando la parálisis desde la acción, desde probar formas de organización nuevas.
Finalmente, la pregunta obligada: cuáles serían las palabras de hoy?
Tentativamente, y con ánimo de recojer luego aparecen conurbano, territorio, participación, laboratorio...
El Club invita a reflexionar sobre la urbanidad a partir de la visión de ciudadanos que actúan autónomamente en la esfera pública y por lo tanto inician sus propias investigaciones, comparten informaciones, toman decisiones y buscan interlocutores para producir conversaciones especificas.
Un glosario es la suma de palabras y definiciones de un campo temático restringido. En este caso el recorte tiene que ver con los intereses que nos presenta la palabra “urbanidad”, para la que no existe una jerga por su aparente falta de especificidad. Esto nos lleva a la primera palabra, que mencionaremos permanentemente y a la que nos vamos a acercar siempre por sus afluentes.
Cuestión inicial entonces, por qué “urbanidad”.
La palabra urbanidad (refiriéndose, aun, confusamente a algún tipo de interacción de personas en un medio público) puede abrir una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato (entre qué? entre quiénes?) mucho más débil y difuso que el que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes. En esta debilidad podemos encontrar un estrategia de apertura del campo para espectadores y acciones o actuaciones. Urbanidad es lo que podría tener un extranjero para con un local, o un ciudadano para con un extraño, o dos ciudadanos que no se saben como tales uno al otro.La palabra política presenta además otros problemas actualmente; al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales) sólo entre actores que puedan ocupar grandes territorios del espacio de toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja fuera a una parte importante de las interacciones que ocurren en lo urbano. Un hecho visible es que la política puede ser vista cada vez más como una profesión específica, y por tanto sólo una parte autodelimitada de la ciudad.Los antiguos manuales de urbanidad, con su acento puesto en los modales comunes a mujeres y hombres, en momentos en que estas no eran ciudadanas, dan una pista para un tipo de protocolo o espacio “inferior” para la interacción pública; por tanto mas extensible y igualador. Todo esto sin dejar de tener en cuenta el carácter de dispositivo de control de los mismos. Pero quizá allí mismo (apostando a su condición de articulador social) reside una clave de su futuro uso no previsto.En la medida en que el espacio público se informatiza, se dispersa, se propaga, podemos hablar de un espacio público extendido. Para explorar un espacio tal, difuso y con limites cambiantes precisamos instrumentos flexibles o usos desarticulados de viejas herramientas. Aquí puede aparecer la vieja palabra urbanidad…Podríamos jugar a llamar urbanidad a estas acciones-situaciones en la medida en que circunscriben espacios o acuerdos entre actores que se reconocen entre si pero no necesariamente determinan entre si alguna soberanía o derecho. Son interacciones entre actores que se reconocen provisoria o débilmente, por lo menos en principio. Urbanidad define un campo de juego abierto, débil y provisorio.
La inquietud del Glosario pasa por detectar cuáles son las palabras en las que deberíamos detenernos, las palabras trilladas, las que no se dicen, palabras nuevas, o banales... Frente a la discusión centrada en la buena “construcción” del término urbanidad, nos encontramos frente a ciertas palabras que necesitaban una “nueva” definición; más acorde sería decir que necesitamos una “nueva” interpretación contextualizada (por no decir, parcial y subjetivada) de estos términos. De este modo el Club delinea esta estrategia editorial tan simple:1) reunimos a ciertos personajes, de evidente trascendencia en el campo de lo público, y con un evidente interés por la ciudad. De las cuales, en todos los casos, conocíamos sus ideas-discursos sobre el campo de lo público y privado, a través de sus actividades relacionadas con la actualidad urbana -como buenos arquitectos que somos, tenemos una fuerte debilidad en extraer siempre la información necesitada de reflexiones profesionales y amateurs provenientes de “connoisseurs” siempre ajenos a la disciplina Arquitectónica.2) en una reunión abierta a todo público, cada uno de estos invitados interpreta una “nueva” definición de tres palabras otorgadas por nosotros -recibiendo un término en común con el invitado anterior, que obviamente quedaba afectado por dos interpretaciones consecutivas.
El Glosario se inaugura en octubre del 2005, y una primera etapa dura hasta el 2006. Las palabras que se usaron en esos encuentros reflejan claramente una percepción del estado anímico de la ciudad pos crisis del 2001. El tono de las palabras está dado por el trasfondo de un estado de ánimo, y en las definiciones se ensayaron interpretaciones de cómo se había vivido la situación de crisis en la ciudad, reacciones, e ideas de cómo plantarse frente a ese panorama concreto. Al verlo con cierta distancia se percibe una visión oscura y un poco pesimista en palabras como miedo, catástrofe, paternalismo, aburrimiento... Negatividad que el propio Club notaba, a pesar suyo, en el momento de decidirlas. Pero es igualmente significativa la tendencia hacia la acción que se nota en las definiciones de esas y el resto de las palabras, evitando la parálisis desde la acción, desde probar formas de organización nuevas.
Finalmente, la pregunta obligada: cuáles serían las palabras de hoy?
Tentativamente, y con ánimo de recojer luego aparecen conurbano, territorio, participación, laboratorio...
3 Comments:
At 10/9/07, rally conurbano said…
con respecto al tema glosario, yo tenía ganas de acercar también la palabra folcsonomía, en relación al mapa de palabras que rally mediante estaremos haciendo para intentar explicar la feria de la salada desde lo no jerárquico.
citando a wikipedia:
Folksonomía, calco del inglés folksonomy, es un neologismo que da nombre a la categorización colaborativa por medio de etiquetas simples en un espacio de nombres llano, sin jerarquías ni relaciones de parentesco predeterminadas.
Las folksonomías surgen cuando varios usuarios colaboran en la descripción de un mismo material informativo.
Jon Udell (2004) sugiere que "el abandono de las taxonomías en favor de las listas de palabras claves no es novedad, y que su diferencia fundamental es el intercambio de opiniones que se da en la folcsonomía y no en la taxonomía."
Esta diferencia es también la que acerca la folksonomía a la memética, en una relación similar a la que se produce entre las ontologías y la semántica. Por otra parte, el concepto tiene relación con el de clasificación facetada utilizado en biblioteconomía.
Derivado de taxonomía, el término folksonomy ha sido atribuido a Thomas Vander Wal. Taxonomía procede del griego "taxis" y "nomos": Taxis significa clasificación y nomos (o nomia), ordenar, gestionar; por su parte, "folc" proviene del alemán "pueblo" (Volk). En consecuencia, de acuerdo con su formación etimológica, folcsonomía (folc+taxo+nomía) significa literalmente "clasificación gestionada por el pueblo (o democrática)".
At 10/9/07, rally conurbano said…
acá les dejó el link en inglés
http://en.wikipedia.org/wiki/Folksonomy
martín
At 14/9/07, Daro said…
saludos!www.asuntodecrustaceos.blogspot.com
Publicar un comentario
<< Home